Recuperar la garantía del Estado para la obligatoriedad de la educación

BUENOS AIRES: FIN DEL SISTEMA POLIMODAL

Egresaron los últimos alumnos pertenecientes al sistema Polimodal en la provincia de Buenos Aires. De esta manera, se escribe el punto final para el sistema educativo implementado en 1993 con la Ley Federal de Educación.

La Ley Nº 24.195, conocida como la Ley Federal de Educación, que fuera sancionada en 1992, durante la presidencia de Carlos Menem, consistía en un curso obligatorio de nueve años, iniciado luego del nivel inicial y seguido por tres años de educación Polimodal. Pero en 2006, el sistema educativo fue modificado nuevamente por una reforma educativa nacional que convocó a mayor pluralidad para ser discutida. Ese es el sistema que ahora entra en vigencia en la provincia de Buenos Aires, adaptado a la jurisdicción y de manera completa, luego de un período de convivencia entre alumnos de uno y otro sistema.Para Marta Bordas, subsecretaria del área de Educación Técnica y Agraria, que depende de la Secretaría Gremial del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) la finalización del sistema Polimodal es “la finalización de las políticas educativas del neoliberalismo. Desde de la Carpa Blanca reclamábamos una nueva ley de educación. En ese momento pedíamos que el Estado se hiciera cargo de la educación. Ahora, primero con la ley Nacional de Educación, sancionada durante el gobierno de Néstor Kirchner, queda claramente dicho que es el Estado quien va a garantizar la educación en todo el país”.Para Bordas, “una de las políticas del neoliberalismo fue el Estado dejara de tener responsabilidades económicas con la salud así como con la educación. La Ley Federal fue parte de las políticas neoliberales que se implementaron en nuestro país. La CTA, la CTERA y el SUTEBA hicimos una resistencia muy fuerte a la aplicación de esa ley. Y no sólo a la ley si no a toda política neoliberal en la época del menemismo. Nosotros llevamos toda una lucha de resistencia frente a esas políticas, con las marchas, la Carpa Blanca y el FRENAPO (N de la R: aquella consulta popular hecha en el 2001, del Frente Nacional Contra la Pobreza, que obtuvo una gran participación a nivel nacional. La votación consistía en decir sí o no a la creación de tres instrumentos que constituirían salario de ciudadanía: un seguro de empleo y formación para cada jefa o jefe de hogar desocupado, una asignación universal mensual por hijo de hasta 18 años y otra de 150 pesos para los mayores de 65 años que no percibían jubilación ni pensión). La reforma educativa del 2006 -señala Bordas- tiene todo lo que veníamos discutiendo desde la Carpa Blanca. Ya en los primeros artículos hace referencia a que el Estado es el garante de la educación pública nacional. Eso se discutió con el gobierno de Kirchner, con los trabajadores, con los papás, con los alumnos. Hubo una decisión política de avanzar en esa propuesta, como lo hubo luego para la sanción de la Ley Provincial de Educación, que es la aplicación de la Ley Nacional en la jurisdicción Buenos Aires”.Sin dudas, el punto más notorio del nuevo sistema establecido por la Ley, es que plantea la obligatoriedad de la sala de cuatro y la educación secundaria. Al respecto Bordas afirmó: “la obligatoriedad de la escuela secundaria garantiza la conclusión del aprendizaje de los jóvenes. Cuando discutíamos el trabajo infantil, planteábamos que los chicos no tenían que estar trabajando sino estudiando en las escuelas, adquiriendo conocimientos, educándose. Hasta entonces, la escuela secundaria era algo selectiva. Sólo los que tenían el poder adquisitivo para llegar, accedían. Culturalmente la escuela secundaria siempre fue para acceso de algunos pocos, aquellos que se consideraba que podían llegar a ser alguien. Hasta el 2000, muchos pibes tenían que salir a trabajar. Inclusive se los buscaba para que trabajaran en negro. Hoy la escuela secundaria es obligatoria y es universal, para todos y todas, tal como es la escuela primaria. Este es un cambio cultural e ideológico. No se va a dar de hoy a mañana y se necesitan políticas socioeducativas, cambios culturales e ideológicos que llevan algunos años. Por lo pronto, las políticas socioeducativas se están dando de muchas maneras: la asignación universal por hijo, el plan de mejoras, esas cosas se están produciendo. Tenemos que ir avanzando sobre el cambio cultural e ideológico hasta entender la obligatoriedad de la escuela secundaria”.En otro orden de cosas, los cambios en el plan de estudios establecen nuevas pautas para los cuatro niveles educativos. Así, el nivel inicial consta de un ciclo de jardín maternal a partir de los 45 días, seguido por la sala de 3 años y un segundo ciclo, obligatorio, de las salas de 4 y 5 años. La educación primaria pasaría a durar seis años, lo mismo que la secundaria. Pero esta última se dividirá en dos ciclos: uno común a todos los estudiantes, durante los primeros tres años, con materias comunes para todos y otro, que es el Ciclo Superior de Secundarias Orientadas. Las orientaciones son Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Economía y Administración, Artes, Comunicación, Educación Física y Lenguas Extranjeras, siendo nuevas estas dos últimas.En el mismo nivel está también está la educación técnica, que cuenta con una Ley nacional que salió en 2005, antes que la Ley Provincial de Educación. La educación técnica tiene una duración de siete años. A los seis años, el alumno obtiene un título secundario con orientación técnica; haciendo un séptimo año, se le acredita el de técnico. A su vez, tiene distintas orientaciones técnicas.Bordas sostiene que lo que más destruyó la Ley Federal fue la educación técnica: “transformó una escuela que tenía un preparación de los chicos con horas curriculares y talleres, de seis años de duración en un bachiller con orientación de bienes y servicios, de tres años de duración. Los compañeros de las escuelas técnicas, dieron una resistencia muy grande a esto y así se logró que se pudiesen agregar talleres al tercer ciclo, que articulaban con la escuela, para recuperar el título de técnico para los pibes, hasta que se logró sancionar la Ley de Educación Técnica Nacional”.“La lucha y la demanda histórica de la CTERA fue que la educación se consagre como un derecho social y al estado como su garante. Esa fue la base de nuestra lucha. Ahora vamos a pelear para que se cumpla cada uno de los artículos de la ley, en su totalidad”, finaliza al respecto Bordas.