LA NOCHE DEL APAGÓN

La noche del 27 de julio de 1976 se cortó el suministro eléctrico en todo el departamento de Ledesma, provincia de Jujuy, mientras policías, gendarmes, militares y capataces de la empresa Ledesma allanaron y saquearon viviendas en Libertador General San Martín y Calilegua. En vehículos de la empresa se trasladaron más de 400 trabajadores, estudiantes y profesionales a galpones de mantenimiento del ingenio azucarero, donde permanecerán días y meses atados y encapuchados. Tras las torturas e interrogatorios, algunos prisioneros son liberados o enviados a comisarías y cuarteles militares, otros destinados a cárceles de distintas provincias. Treinta permanecen desaparecidos. El médico Luis Arédez, intendente de Ledesma y esposo de Olga Márquez de Arédez, fue uno de los secuestrados-desaparecidos. Desde entonces Olga, junto a sus cuatro hijos, llevó adelante una lucha incansable en la ciudad de Libertador General San Martín, acompañada por Madres de Plaza de Mayo y muchos vecinos que no olvidaron quien fuera intendente y defensor de los derechos populares. Olga Arédez murió el 17 de marzo de 2005, víctima de bagazozis, enfermedad que produce la materia prima para hacer papel que sale de la caña quemada al aire libre por la empresa Ledesma. Sus cenizas fueron depositadas en la plaza central de Libertador General San Martín, lugar de su incansable lucha por la verdad y la justicia.






Recuerdo del apagón
Por Ricardo Ariel Arédez ( Hijo de Olga Arédez)

Aquel mediodía, cuando salí de la escuela secundaria, ya estaba instalado el rumor de que algo pasaría a la noche. Mi padre, Luis Ramón Arédez, estaba detenido en el penal de Villa Gorriti, en San Salvador de Jujuy. Era médico y asesor del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma. Fue el primer detenido del 24 de marzo de 1976, a las 3 de la mañana, y se lo llevaron en una camioneta de la empresa Ledesma que manejaba un empleado.


El 27 de julio, decidí encontrarme a las 21 en la plaza de Libertador con algunos de mis compañeros de escuela. Cosa de adolescentes, nos sentamos en los bancos y a las 22 de pronto se cortó la luz en todo Libertador. Todos corríamos aterrorizados por las calles, a mí me detuvieron en medio de la oscuridad y me alumbraron con los focos de las camionetas. Gente de civil dijo "no, a éste no, suéltenlo". Corrí hasta mi casa y vi las camionetas de Ledesma actuando con total impunidad, acorralando gente y llevándosela en sus móviles. Luego eran conducidas a la base de Gendarmería que estaba adentro del ingenio. En lugar de estar cuidando nuestras fronteras vigilaba las fronteras de las instalaciones de Ledesma. Toda la noche duró el operativo, porque los apagones se produjeron desde el 22 de julio en El Talar, Calilegua y Libertador General San Martín. Recuerdo los ruidos de las gomas de las camionetas cuando arrancaban, los gritos de la gente, de las mujeres pidiendo que no se los llevaran. Con el tiempo Madres de Detenidos-Desaparecidos del departamento de Ledesma decidieron recordar este hecho violento. Destaco la valentía de esas madres que salieron a la calle, a la plaza y marcharon uniendo las dos localidades que fueron castigadas por los apagones. Mi madre, Olga Márquez de Arédez, ya no está físicamente y cuando recuerdo que murió producto de un cáncer provocado por bagazosis, por los desechos de la caña de azúcar, tengo la absoluta certeza de que Ledesma contamina el medio ambiente desde siempre... 



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