HOMENAJE A ATAHUALPA YUPANQUI

31 DE ENERO DE 1908 - 23 DE MAYO DE 1992

EL ARRIERO

En las arenas bailan los remolinos; 

el sol juega en el brillo del pedregal 

y prendido a la magia de los caminos, 

el arriero va; el arriero va.

Es bandera de niebla su poncho al viento; 

lo saludan las flautas del pajonal 

y guapeando en las sendas por esos cerros, 

el arriero va, el arriero va.


     Las penas y las vaquitas 

     se van por la misma senda. 

     Las penas son de nosotros; 

     las vaquitas son ajenas.

Un degüello de soles muestra la tarde; 

se han dormido las luces del pedregal 

y animando a la tropa, dale que dale, 

el arriero va; el arriero va.

Amalhaya la noche traiga recuerdos, 

que hagan menos pesada la soledad. 

Como sombra en la sombra, por esos cerros, 

el arriero va, el arriero va.

     Las penas y las vaquitas 
     se van por la misma senda. 
     Las penas son de nosotros; 
     las vaquitas son ajenas.


Y prendido a la magia de los caminos, 

el arriero va, el arriero va. 


LETRA Y MUSICA: ATAHUALPA YUPANQUI






"Cuando muere un poeta, no deberían enterrarlo bajo una cruz, sino que deberían plantar un árbol encima de sus restos. Así lo pienso yo, por cuanto, con el tiempo, ese árbol tendrá ramas y un nido y en él nacerán pájaros. De ese modo, el silencio del poeta, se volverá golondrina". 

Atahualpa Yupanqui