ISAURO ARANCIBIA: EL PRIMER DESAPARECIDO



La misma madrugada del golpe Isauro fue asesinado en Tucumán en la sede de su sindicato (ATEP), donde se encontraba junto a su hermano Arturo. La noche anterior, a la vuelta del sepelio de Atilio Santillán, Secretario General de la FOTIA, asesinado el día anterior en Buenos Aires había cenado con un grupo de compañeros del gremio. Se rumoreaba que esa noche se producía el golpe preanunciado por la mayoría de los medios. Le aconsejaban que se fuera, que no durmiera en su casa, pero él se oponía. A la medianoche, en medio de una tormenta formidable, después de dejar a cada compañero en su casa tenía que decidir dónde ir. Podía no volver a su pieza en el gremio, pero él no quería comprometer otra casa con su presencia. La decisión estaba tomada y también la de sus asesinos: ese era el día señalado. 

"Para imponer el proyecto educativo iniciado el 24 de marzo de 1976, se necesitaba la muerte de un maestro. Para legalizar el desguace de la Nación y miles de millones de dólares desaparecidos, se empezó robando a ese mismo maestro un par de zapatos nuevos". 

Con el correr de los meses más de 600 docentes desaparecerían, entre ellos varios miembros de la Junta Ejecutiva Nacional de la CTERA como Marina Vilte de Jujuy, Eduardo Requena de Córdoba. Muchos otros militantes fueron encarcelados, cesanteados o tuvieron que salir del país o al "exilio interno".

Fuente: Secretaria de Formación Político Sindical Libro "Clase trabajadora, nuestra lucha".