DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER: 8 DE MARZO


La historia cuenta que el 8 de marzo de 1857 unas operarias, en Nueva York, protestaron por la mejora de sus condiciones laborales: pago mísero, gran cantidad de horas de trabajo, y pésimas condiciones. Como resultado de esta primer manifestación, sufrieron un ataque de la policía. Sin embargo, dos años después, también en marzo, estas trabajadoras se reunieron formando un sindicato para intentar mejorar sus condiciones de trabajo.

Apenas desde 1977 el día de la mujer es reconocido oficialmente por las Naciones Unidas, sin embargo su historia se remonta a la mitad del siglo pasado, cuando en las fábricas trabajaban muchas mujeres malpagadas y explotadas.

En 1911, en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza, se pensó dedicar un día a la mujer, con el intento de obtener el derecho de voto y terminar con la discriminación sexual en el trabajo. Ese mismo año, en Nueva York, 140 trabajadoras de la empresa "Triangle Shirtwaist Company" murieron en un incendio a causa de la falta de seguridad en el trabajo, y una multitud de 100.000 personas participaron en el funeral. 

En 1977 la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de marzo como Fiesta Internacional de la Mujer, y en 1995 se celebró la cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, con 189 representantes de diversos países.

Otros recorridos históricos dicen que el primer Día Internacional de la Mujer se celebró el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, conmemorando un levantamiento ocurrido en Prusia en esa fecha. Las demandas fueron el derecho al voto, la igualdad de oportunidades para ejercer cargos públicos y el derecho al trabajo.

Lo que está muy claro es que los derechos humanos de la mujer son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural, y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo, son objetivos prioritarios de la comunidad internacional.

Este año, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) realizará un acto frente al Congreso Nacional el próximo jueves 8 de marzo a partir de las 16 horas. “Desde la memoria de luchas pasadas y presentes, reunidas con la alegría del encuentro en la diversidad, de la movilización como motor de los cambios, de la participación y el protagonismo como las claves para avanzar en la tarea pendiente”, es uno de los ejes de la actividad, también convocada por un gran número de organizaciones sociales y políticas.

Tal como redactó el área de Género de la CTA, la conmemoración de este día es una “oportunidad para repasar el largo camino recorrido en pos de una sociedad más igualitaria y sin discriminación hacia las mujeres, pero también para revisar la agenda de los temas pendientes”.

En el documento enumeran -en el contexto actual- algunas medidas que tuvieron fuerte impacto en lo laboral y la seguridad social, “como la moratoria previsional –con un 75% de beneficiarias mujeres que accedieron a la jubilación- y la asignación universal por hija/o. Otras vinieron a producir cambios más fuertes en el terreno cultural y simbólico, como la Ley Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y la Ley de matrimonio igualitario. Sólo algunos ejemplos de un contexto que permite soñar despiertas con la ampliación de los derechos”.

Al mismo tiempo, es indispensable recordar algunas reivindicaciones en el marco de esta convocatoria: “el debate en el Congreso y sanción de una Ley de interrupción voluntaria del Embarazo, propuesta por una amplísima coalición social como es la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; la sanción de la Ley para trabajadoras de casas particulares, que quedó pendiente de manera inexplicable en el Senado Nacional; la derogación de la figura del avenimiento del Código Penal, rémora patriarcal que permite saldar la aberración de una violación con promesa de casamiento; la implementación de un plan nacional integral para prevenir y atender la violencia contra las mujeres, que demora más de lo que puede esperar una problemática urgente; implementación de políticas activas de empleo para achicar las brechas del mundo laboral remunerado para las mujeres, que contemplen la promoción de responsabilidades familiares compartidas, políticas de cuidada infantil y personas dependientes, orientadas a lograr impacto también para las trabajadoras del mercado informal”.